 Antes
- Elige un destino apto para toda la familia.
- Seamos conscientes de que este es un período de descanso porque en ocasiones tomamos vacaciones tan ajetreadas que no le damos tiempo al cuerpo y a la
mente de que se relajen.
Durante
- Aunque estemos de vacaciones realicemos algunas actividades de nuestra rutina como hacer ejercicio y comer saludable.
- Intentemos mantener los mismos horarios en comidas y de sueño.
Después
- Se recomienda volver de vacaciones un par de días antes para que la adaptación a la rutina sea más paulatina, empezando a habituarnos nuevamente a los
ritmos de sueño y comida.
- Continuar con tu rutina de ejercicio.
- Si en estas vacaciones aprovechaste para iniciar algunas aficiones como leer o practicar algún deporte nuevo, al regreso mantenlas.
- Una actitud optimista y positiva ayudará también a superar este periodo de adaptación de una forma más rápida y llevadera.
- Evitar una motivación personal excesivamente centrada en las vacaciones porque no se puede estar deseando las vacaciones durante una mitad del año y
lamentarse de que se hayan acabado durante la otra mitad.
- Una vez que te incorpores a tu trabajo comienza de manera gradual la intensidad de trabajo, ordena tu área de trabajo y haz un esfuerzo en intentar organizar la
agenda, estableciéndo un plan real que intente afrontar las tareas pendientes con un orden de prioridades.
Trata de abordar antes las tareas más gratas.
- Aprovechar los tiempos de descansos o de la comida para volver a alguna actividad agradable, para las relaciones sociales o familiares.
- No "llevarse trabajo a casa".
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