El té verde se elabora con las hojas cocidas al vapor y posteriormente secadas. Tradicionalmente se prepara con agua por debajo del punto de ebullición (de 80 a 90 °C), si se calienta más el té se pone amargo. Una alternativa es añadirle azúcar de caña (o integral) en vez de azúcar refinada, puesto que es más nutritivo y respeta más el sabor original del té. Al preparar tu té no lo bebas inmediatamente, deja reposar la infusión durante unos 10 minutos para extraer el polifenol de sus hojas.
Diferentes estudios llevados a cabo sugieren que se pueden tomar de 1 a 4 tazas de té verde al día, sin embargo se debe considerar que contiene cafeína (alrededor de 40 mg por taza, en comparación con el café que contiene de 80 a 120 mg por taza), así que no hay que abusar de su consumo. Para las personas a las que no les agradan las infusiones, agregando un poco de hielo ya tienen una bebida fría. Y para quienes no les gusta frío ni caliente, los laboratorios farmacéuticos se han dado a la tarea de fabricar cápsulas con extractos de té verde o presentaciones líquidas. El extracto del té se utiliza para dar sabor a las bebidas, helados y otros postres lácteos; se utiliza además como fuente de colores alimentarios (negro, verde, anaranjado, amarillo, etc.). Donde se consigue El té verde lo puedes adquirir en cualquier supermercado o tienda naturista, solo recuerda que antes de consumirlo lo consultes con tu médico.
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Efectos secundarios de la ingestión de té verde |
Té verde
¿Sabías qué?