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¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta sobre todo a las articulaciones, como las que se encuentran en las muñecas, las manos, los pies, la columna vertebral, las rodillas y la mandíbula. La inflamación que causa en las articulaciones, origina:
Cabe señalar que la artritis reumatoide es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo. A diferencia del daño por desgaste de la osteoartritis, la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones. Mientras que en la artrosis existe un proceso lento de desgaste del cartílago articular (el tejido que recubre el hueso y actúa de amortiguador), en la artritis se produce una inflamación crónica de la membrana sinovial (la "bolsa" que recubre la articulación) que da lugar a dolor y dificultad para el movimiento y acaba dañando muy rápidamente el cartílago, el hueso, los ligamentos y los tendones. Es más frecuente en mujeres, pero también afecta a varones. Se presenta con mayor frecuencia entre los 45 y los 55 años. Asimismo, una forma muy similar de artritis puede afectar a los niños. ¿Cuáles son las causas de la artritis reumatoide?
La causa de la artritis reumatoide es desconocida. Se han estudiado agentes infecciosos (bacterias, virus...) y aunque se han encontrado datos sugerentes en algunos casos, no hay evidencias que confirmen la implicación de uno en concreto. Sin embargo hay factores que influyen para que aparezca la enfermedad en una persona como son los genéticos: si hay antecedentes familiares de la enfermedad tienen más posibilidades de desarrollarla. Factores no genéticos como las infecciones, las hormonas femeninas, el tabaquismo, el estrés, la obesidad y el tipo de alimentación. Síntomas
Los signos y los síntomas de la artritis reumatoide pueden incluir los siguientes:
En sus inicios, la artritis reumatoide tiende a afectar primero las articulaciones más pequeñas, especialmente las que unen los dedos de las manos con las manos y los dedos de los pies con los pies. A medida que avanza la enfermedad, los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros. En la mayoría de los casos, los síntomas se producen en las mismas articulaciones en ambos lados del cuerpo. Con el paso del tiempo, la artritis reumatoide puede provocar que las articulaciones se deformen y salgan de lugar. Alrededor del 40% de las personas que padecen artritis reumatoide se les pueden dañar distintos sistemas corporales incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón, los Riñones, glándulas salivales, tejido nervioso, médula ósea y vasos sanguíneos. Los signos y los síntomas de la artritis reumatoide pueden variar en intensidad e incluso pueden aparecer y desaparecer. Los períodos de mayor actividad de la enfermedad, denominados brotes, se alternan entre períodos de remisión relativa, cuando la hinchazón y el dolor se disipan o desaparecen. Diagnóstico
Un buen control de la artritis reumatoide requiere de un diagnóstico temprano. El reumatólogo se encarga de valorar los síntomas que presenta el enfermo y realiza una exploración física para comprobar si presenta calor, dolor e hinchazón en las articulaciones. Los hallazgos que se pueden encontrar en las radiografías y algunos estudios analíticos son de gran utilidad para confirmar el diagnóstico. Actualmente gracias al diagnóstico precoz y a la existencia de nuevos tratamientos, la mayoría de los pacientes consiguen tener la enfermedad controlada desde etapas más tempranas y mantener así su calidad de vida. Complicaciones
La artritis reumatoide aumenta el riesgo de desarrollar:
Tratamientos para la artritis reumatoide
En muchos de los casos esta enfermedad requiere de un tratamiento largo, generalmente se recetan medicamentos antirreumáticos, antiinflamatorios, antipalúdicos, corticoesteroides y agentes biológicos. Para una enfermedad como esta se recomienda la fisioterapia, que puede abarcar:
Es de suma importancia además, hacer ejercicio y educarse y educar a las personas sobre esta enfermedad. En casos severos se recomienda la cirugía como la extirpación del revestimiento articular, artroplastia total, puede incluir el reemplazo total de rodilla y la artroplastia de cadera. La forma de alimentarse es también un punto de suma importancia para quienes padecen de artritis reumatoide, por ello se recomienda:
Fuentes: Fundación Española de Reumatología. Institutos Nacionales de Salud. |
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