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Alimentos que causan adicción

el cerebro libera dopamina ante el consumo de ciertos alimentos

No podemos evitar comer pero si limitar la ingesta de alimentos que no nos hacen bien y sobre todo aquellos que son muy adictivos. Así es, hay alimentos que si no controlas su consumo, además de no favorecer a una alimentación equilibrada no podrás dejar de comerlos.

Con respecto a la adicción a ciertos alimentos nos encontramos con ideas encontradas, unos científicos dicen que no son los alimentos los que provocan adicción sino la alta variedad que produce y ofrece la industria alimentaria, por otro lado, se han hecho varios estudios donde se afirma sobre la existencia de aquellos alimentos que pueden crear adicción en el organismo, arrojando que hasta más de un 20% de las personas experimenta una adicción a la comida, además de que este tipo de alimentos está relacionado con problemas como la obesidad, la diabetes, la colesterolemia, el síndrome metabólico, la arterioesclerosis, los infartos cardiacos y cerebrales, y el cáncer.

Según se ha comprobado, la carga glucémica de un alimento y su rápida metabolización son factores que influyen en su poder adictivo, este comportamiento también se ha relacionado repetidamente con los alimentos ultraprocesados, especialmente aquellos con alto contenido de azúcar y / o grasa añadidos, diseñados para resultar muy apetecibles, pero que provocan desequilibrios en la cantidades de azúcares, grasas y hormonas en la sangre.

Sin embargo, el mayor contribuyente al comportamiento alimentario de tipo adictivo es el cerebro humano. Tiene un centro de recompensa que secreta dopamina y otras sustancias químicas para sentirse bien cuando come. Este mecanismo explica por qué a algunas personas les gusta tanto comer cualquier cosa hasta el grado de olvidarse de su salud.

Comer comida "ultraprocesada" libera cantidades masivas de sustancias químicas que te hacen sentir bien, en comparación con los alimentos no procesados. El cerebro quiere más alimentos supergratificantes y se crea un círculo vicioso del que no es fácil salir. Por eso toma nota del siguiente listado y redúcelo de tus compras.

El azúcar de mesa

azúcar de mesa

Es uno de los alimentos más adictivos que podemos consumir, al igual que otras fuentes de azúcares libres o añadidos como la miel o jarabes.

Lo recomendable entonces es limitar su consumo siempre que sea posible, pudiendo usar en su reemplazo edulcorantes hasta reducir la apetencia por el dulce en nuestro cuerpo.

Los refrescos

Con azúcar o sin azúcar, estos alimentos de sabor dulce tienen además cafeína que incrementa su poder adictivo.

Si bien todos los refrescos azucarados pueden generar adicción, peor aún son los de cola por sus componentes derivados de la cafeína que estimulan el sistema nervioso central, y por ello nos incentivan a desear más y más.

El pan dulce, las galletas dulces y las crackers

Tanto un rico panecito esponjoso como una galleta dulce crujiente o una galleta salada o cracker puede resultar adictiva, pues no sólo ofrecen azúcares o harinas refinadas que se metabolizan rápidamente sino que además son alimentos altamente procesados, y este es otro factor asociado a la adicción.

Además, estos alimentos suelen tener grasas y sodio que son otros componentes altamente adictivos. Y ello sumado a la textura crujiente de las galletas, puede agravar la situación estimulando su consumo y deseando siempre más.

Todo tipo de dulces

adicción a todo tipo de dulces

Los dulces tienen un alto contenido en hidratos simples o azúcares añadidos, éstos en general, suelen generar adicción y si acostumbramos a su consumo diario, podemos engancharnos más.

Lo recomendable es sustituirlas por frutas u opciones que sacien tu gusto por el dulce como los frutos secos o similares que poseen fibra y demandan mayor trabajo digestivo.

Papas fritas de bolsa

Entre las botanas comerciales encontramos muchas alternativas deliciosas pero muy adictivas, particularmente las papas fritas de bolsa son la combinación perfecta de almidones que se asimilan fácil en nuestro cuerpo, contienen sodio y grasas con textura crujiente.

Así que como dice el anuncio: "no es posible comer solo una" y no estaremos tranquilos hasta acabarnos toda la bolsa, lo recomendable es consumir en su reemplazo opciones no fritas como unos chips al horno sin sal o los frutos secos especiados.

Chocolate azucarado

El chocolate que incluye leche, el blanco o el chocolate con bajo porcentaje de cacao y azúcar añadido es una opción que puede resultar muy adictiva por tener teobromina y azúcar libre.

Lo mejor es optar por un chocolate negro con alto grado de pureza y sin azúcar agregado, pues tiene mayor poder saciante, resulta menos adictivo y además, aporta más antioxidantes y minerales propios del cacao.

Botanas de maíz fritos u otros snacks fritos y salados

Al igual que las papas fritas de bolsa, los snacks fritos y salados resultan muy adictivos por su contenido en grasas y sodio, junto a su sabrosa textura crujiente.

Estos alimentos poseen una alta cantidad de almidón en su interior y por lo tanto, no sacian en absoluto sino que nos empujan a comer más.

Lo aconsejable en su reemplazo son los snacks horneados, semillas tostadas y especiadas.

Helados

los helados son ricos en azúcares y grasas

Si bien la mayoría se elabora a base de leche que ofrece proteínas de calidad, los helados también son ricos en azúcares y grasas que de forma combinada estimulan la adicción. Lo más recomendable es optar por helados caseros, sin azúcar añadido.

Pasteles

Combinan harinas refinadas con azúcares y grasas normalmente saturadas o hidrogenadas, con lo que se juntan tres elementos perjudiciales para la salud. Además producen picos de glucosa que generan una sensación momentánea de bienestar y energía; al cabo de poco tiempo llega el "bajón".

Jamones, salchichas, tocino, salami y demás fiambres y embutidos

Los fiambres se fabrican generalmente con carne de cerdo, pero hay algunos tipos que contienen exclusivamente carne bovina y otros que mezclan los dos tipos de carne. La variedad es amplia y todos pasan por distintos procesos de elaboración.

Por su lado, los embutidos son muy concentrados en sal y grasas pero también, muchos incluyen azúcar o harinas refinadas en su interior. Se trata de carnes procesadas y forman parte de los ultraprocesados que siempre es mejor evitar.

Desde luego son un alimento muy apetecible pero pueden generar adicción sin aportarnos nutrientes de calidad. Lo aconsejable es usar en su reemplazo carnes frescas cocidas y fileteadas como puede ser pechuga de pavo o pollo.

Pollo frito

Fíjate en la composición de los nuggets congelados listos para rebozar: están llenos de grasas desconocidas y aditivos para su larga conservación, por lo que es mejor limitar su consumo.

Queso

el queso aunque no lo creas, puede llegar a ser adictivo

Es muy adictivo debido a la presencia de ?-casomorfina, una sustancia opioide que procede de la digestión de la caseína, una proteína de la leche. Las variedades que son más adictivas son las más altas en grasas saturadas y por ello, más calóricas.

Cereales azucarados

Su textura crujiente, su contenido elevado en azúcares (aun en cereales "fitness") y su bajo aporte de proteínas y muchas veces de fibra, hacen que estos alimentos resulten muy adictivos, sobre todo para los niños.

Los cereales comerciales siempre deberían evitarse pudiendo optar por avena, quinoa inflada o similares sin azúcar añadido para incluir en nuestros desayunos.

Palomitas de maíz (con mantequilla)

Son hidratos de carbono de absorción rápida más grasa saturada, una combinación poco recomendable. Además, las que vienen en bolsas listas para el microondas están contaminadas con bisfenol (un disruptor endocrino) del plástico.

Comida rápida: pizza, hamburguesas, hot dogs y otros

Se catalogan como los alimentas más procesados de la lista. La pizza, hamburguesas y otras comidas rápidas se encuentran entre los alimentos más adictivos que podemos consumir debido a sus hidratos fáciles de asimilar, grasas y alto contenido en sodio.

Son pobres en fibra y otros nutrientes que sacia, lo que los convierten en una opción que debemos evitar para no engancharnos en su consumo.

Papas fritas caseras

Las papas fritas que se venden con las hamburguesas en lugares de comida rápida, se preparan con mezclas de aceites refinados que se reciclan una y otra vez, generándose compuestos tóxicos. Además aportan demasiadas grasas trans insanas y, en consecuencia, calorías.

Fuentes:

Directo al paladar

Garpa-alimentación

Cuerpomente

Redacción ClubPlaneta


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